Satán, en su aplacadora e ilógica tarea de llenar el mundo de cosas malas, ha engendrado toda una retahíla de grandes desgracias que nos hacen llorar y jurarnos a nosotros mismos que nunca volveremos a caer en ellas, para luego tener que callarnos la puta boca: los teletimos, las menores, los aquarius de sabores chungos y, por encima de todo, las rupturas.
Y mirad si da vueltas la vida que me han tocado dos rupturas en menos de un mes. El ser humano medio ya se habría suicidado (o amenazado con ello en un vago intento de llamar la atención), pero yo, que me he autoproclamado responsable de escribir una guía para la vida postadolescente en esta década de mierda, no. Así que si tus amigos no están conectados al messenger, Òscar está aquí para ayudarte:
· Siéntete estúpido. Valiera ella o no la pena, no va a volver porque llores a saco (las relaciones no son la película de Pokémon), así que hazte entender que es una preocupación tonta. Escuchar Blink 182, NUFAN y otros grupejos te hará darte cuenta que las rupturas, lejos de ser un problema nacional, son una industria discográfica. Cuando creas que canciones con letras genéricas como Violins u Ontario narran tu situación perfectamente, te sentirás tan repugnantemente adolescente que dejarás de estar triste sólo para no darte pena.
· No intentes hablar con ella como si fuera tu amiga. No lo es. Las conversaciones derivarán en cosas nada sanas como te echo mucho de menos, no sabes cuánto te quiero y mierdas del palo que a estas alturas, no te van a servir de nada más que embajonarte. Desearás que no os hubiérais conocido nunca, sólo para poder volver a hacerla reír y que se interesara por tu mundo (oops). Sin embargo, sí que deberías hablar con ella una vez a la semana o así con el único objetivo de convencerte de que no tiene conversación y que no valía la pena.
· Déjala estar. Supongo que nadie de los que lee esto será tan psicótico para hacer estas cosas, pero no se te ocurra investigar todo lo que hace por internet, decirle de quedar, plantarte en su casa, mandarle mensajes, quemarle el buzón, o concertar una cita en el Diario de Patricia y si te rechaza, matarla. Ésto nunca hará que ella piense AY QUE MONO QUE SE PREOCUPA POR MI VOY A VOLVER CON ÉL, sino que no tienes una puta vida y que das asco. Es cierto.
· Si todo lo demás falla, ódiala. Aquí sólo vas a cuidarte, al resto del mundo, como mucho, le preocuparás, pero lo que quiero decir con este tópico tan horrible es que si estás tan jodido que la necesitas, no te lo pienses ni una vez más: aprende a odiar sus defectos y, eventualmente, sus virtudes, date cuenta de que te la ha jugado contra todas tus expectativas, todas putas, y un largo etcétera. Un poco de misoginia a tiempo te puede evitar bastante bajona. Como recomendación literaria, Sobre el amor, las mujeres y la muerte.
Y en resumen, coleguita, pasa página. Intentar pintar las rupturas como algo estúpido y fácil es la cosa más hipócrita que he escrito aquí, y que ni siquiera yo me lo creo de un blog que recomienda los kebabs como cúspide de la pirámide alimenticia. Echar de menos a alguien con el que te has tirado hablando durante horas, has aprendido a apreciar los detalles más imbéciles y te has podido involucrar un poco en su vida es lo más normal del mundo. Y será sano dentro de unos meses, cuando en vez de llorar al recordarlo, sonrías. un abrazo muy fuerte.


¿Os habéis dado cuenta de lo altivo que queda alguien cuando dice la frase "lo siento, yo es que no veo la tele"? Yo sí. Pero aunque en casi todos los demás casos odiaría dar la razón a los putos progres que tan pronto van de pàtriots como se pintan la cara cuando gana la selección, en éste debo romper una lanza a su favor: la televisión de hoy en día apesta. Atrás han quedado los dorados 90 donde el duelo televisivo no era La Noria contra Donde Estás Corazón, sino Las Gemelas de Sweet Valley contra Una Chica Explosiva o Compañeros contra Periodistas. Qué encontramos hoy en día al encender la tele?
Mañana · Programas infantiles. Series que intentaban enseñar unos mínimos valores como Punky Brewster (sólo di NO!) o nos hacían reír y llorar como Coooosas de casa (por el lado más dibujero teníamos La Banda del Patio, Marsupilami, Doug y muchos otros) han dejado paso a toda una retahíla de abortos creativos en 3D, Power Rangers viajeros interdimensionales (chúpate esa, teoría de cuerdas!) y otras mierdas para que nuestros pequeños crezcan con el único deseo de ser lo más votados en votamicuerpo.
Mediatarde · Las películas de sobremesa. Toda una industria de mujeres con cara de maltratadas y personas de antiguas repúblicas soviéticas interpretando a inmigrantes en pos del sueño americano alimentan la programación de las tardes de sábado y domingo, llenando nuestras siestas o reuniones familiares de secuestros, violaciones o parejas que se escapan a lugares paradisíacos donde acaban descubriendo terribles secretos. Nota mental: hablar sobre esto en el futuro.
Tarde · Talk shows. Programas donde "personas" normales y corrientes (o mediocres y purgables, léelo como quieras) van a contar las movidas que tiene con sus hijos o vecinos para que luego al llegar a casa el problema se vea agravado (si mi madre me lleva a algún programa de esos no le hablo durante meses). Especial mención a gilipollas, transexuales, solteros de oro, ciberparejas, etcétera. Las presentadoras suelen estar potentes, y la verdad es que me pone que sean tan hijas de puta al reírse de los problemas de la gente.
Noche · Las series españolas. Quizás la parte menos triste de todas, si no fuera porque las productoras se empeñan en impregnar de folclorismo castizo series que en cualquier caso no hubieran sido buenas. Si alguien se siente identificado con Mis Adorables Vecinos, Ana y los Siete, Los Hombres de Paco; y sin querer sonar xenófobo: por favor, fuera de mi país.
Todo el santo día · Los programas del corazón y de deporte. Mientras la televisión americana ejerce su función al hacer que la población quiera parecerse a sus famosillos, aquí nos enseñan a odiar en lo que podemos llegar a convertirnos si pasamos algun casting de gran hermano: gente que no ha conocido oficio, personajes bizarros per se y otras tantas némesis de los cada vez más escasos dos dedos de frente se lanzan mierda los unos a los otros. En cuanto al deporte, multimillonarios negocian con los traspasos de millonarios menos afortunados. Ecce homo.
Miscelánea · Juan Imedio y Paz Padilla. Y llegado a este punto es cuando todos direís: pero Òscar, tú no puedes ser imparcial, odias a los andaluces y a la gente salá. Y tendréis razón, pero es que si alguien aprecia a estas personas es que desde luego, no merece vivir: programas donde hacen a niños andaluces cantar sevillanas y contar chistes, series tan terribles como Mis Adorables Vecinos o ¡Ala...dina! y lo que es peor, Diario y Medio. No voy a incidir, mirad los vídeos.
Quedan muchas cosas que tratar sobre la telebiciom (tal y como aparecía escrito por youtube), pero ya he tardado como mil horas en escribir esto (y no sabéis lo que he sufrido al tener que buscar vídeos de paz padilla) y excepto lo de las pelis de sobremesa (a las que hay que dar de comer aparte), supongo que trataréis a diario con todo lo demás. Así que por favor, os pido que os alejéis paulatinamente de la caja tonta, y no, Sé lo que hicísteis ya no tiene ni puta gracia, lo mejor de Muchachada Nui está en youtube y para todo lo demás, Seriesyonkis. un abrazo.



Copyright dos mil trece, tu madre sobre mí se mece | El template lo hicieron unos tal GeckoandFly y luego lo trastocaron los de Blogcrowds.
Como te copies algo agárrate los machos, campeón. y lo diré en inglés: no part of the content or the blog may be reproduced without prior written permission.