Si hace casi un mes hablaba sobre lo mal que comemos, hoy me gustaría incidir en algo que, al contrario que comer, de por sí ya es maligno para nuestro pobre hígado, eso que todos nosotros, seres simpares y dispares, hicimos por primera vez cuando empezaba a salirnos bigote: meternos alcohol como garrafas de Varón Dandy.
No obstante, y como casi todo en esta vida, hay maneras y maneras: podéis beber con moderación, o podéis seguir leyendo esta entrada, donde resumo las mejores maneras que conozco para ponerse morado con una fracción de la paga semanal que vuestras abuelas os dan para que os compréis horchata. Siguiendo (o no) un orden descendente de dureza de los excrementos que encontraremos en nuestras tazas la mañana siguiente de la ingesta, encontramos:
· Cerveza. Nombres propios que intentan sonar a alemán nos cruzan la cabeza como los títulos de Star Wars: Adlerbrau (Consum) o Steinburg (Mercadona) harán delicias en los paladares de quienes no sepan que son más baratas que el agua mineral. Y no pretendas llevartelas a un sitio donde alguien vaya a verte beber, tu dignidad también está en juego: alguien que se gasta menos dinero en la bebida de una noche que en darle al mendigo del carmen que te insulta si no le dasTM sólo merece ser mirado a la cara a través de una mira telescópica. Cabe destacar que si vives en Alginet y no te apetece beber caliente, en la plaza de la virgen siempre habrá punkis o argentinos dispuestos a venderte.
· Cubatas low-cost. Asequible sólo si tienes amigos y vas a beber en grupo, o si no los tienes y eres tan triste que vas a salir varios días seguidos. La estrategia de nomenclatura de estas pócimas infumables copia la de las cervezas: Vodkas knebep o koranov, ron Almirante, ginebra Sheriton y un largo etcétera, combinados en la selectísima coctelera constituida por la botella de Cola del Mercadona (o en el vaso, removiendo con el dedo) con los más exóticos zumos y refrescos carbonatados nos aseguran un buen pelotazo y las típicas competiciones para ver quién hace los cubatas más cargados (toma, prueba este).
· Chupitos chungos. Mientras escribo esto, el redactor me dice que comprar una botella de Capitán Tiquela y cepillársela a tragos (cerrando los ojos como los de south park) no se puede considerar chupito. Sin embargo, y saltándome toda censura existente, diré que si os quedan pocas horas de vida o sois tan perroflautas (con que tengáis rastas vale) que no teméis a las consecuencias, podéis adquirir cualquier bebida chunga y barata en el Consum o Mercadona y hacer rondas de juegos tan socorridos como el yo nunca o el duro.
· Robar cubatas. La manera más indigna, peligrosa y sobre todo barata de beber. Rodéate de gente que esté bebiendo a saco o cuya atención esté baja y aprovecha los mejores momentos para meter la zarpa y alejarte como si nada. En algunos sitios también se puede buscar por el suelo del local la entrada canjeable por consumición, y canjearla. Si os encontráis en un botellón tocho (tarongers) y sois previsores, arramblaréis con botellas enteras antes de iros a casa. Sin embargo haciendo todo esto pareceréis unos yonkis de cuidao. Técnica poco recomendable.
· Sangría. Ave Sangría, sin pecado concebida. La manera preferida de Òscar de ponerse chuzo desde 2005 (aprox.). Barata, tan sabrosa que te emborrachas sin darte cuenta, y además ahora viene en botellas ergonómicas, por si queréis hacer deporte mientras bebéis. La resaca es mínima, es compartible y fácil de adquirir en muchos ultramarinos y un largo etcétera. Sin embargo vuestra barriga quizás se lamente, y hay quien opina que es intragable caliente (cosa que yo opino de la cerveza). Néctar para noches de concierto (don simosh) o de simple kebab en el ministerio. Con dos litros debería bastar para que un hombre joven de 75 kilos fuera más que contento (menos de 3 euros, si compras la de hacendado ya ni te digo).
No podía cerrar esta entrada sin mencionar algo que seguramente ya todos habréis probado en vuestros guateques cotidianos, y que fue inventado en un viñarock mezclando el alcohol de la noche y el zumo del desayuno: el CÓCTEL MARIPOSCAR, formado por 1 parte de vodka (knebep preferiblemente), 2 de zumo de frutas del bosque y media de red bull (se acepta bebida energética azul con letras de matrix). Para chuparse el paladar.

6 Comments:

  1. Anónimo said...
    Mi única e irrebatible objeción respecto a la sangría es que, en camisetas blancas (y preciosas, todo sea dicho) es imposible quitar la mancha. Ni siquiera con Kalia Vanish Oxi Action.

    Perroflauta
  2. artur said...
    'prueba esta' jajaj
    tal qual!
  3. Dariet¡ said...
    yo recuerdo infeliz la noche que bebimos vodka con zumo de piña,no sé cómo nos engañaste.
  4. Anónimo said...
    i say cerveza xDD
    o si tngo dinero: tequila+kiwi
    tequila+granadina+zumo d naranja (natural mejor xD)

    sigue sin gustarme la sangria xDD aunk si no hay otra cosa, pues bienvenida sea!
  5. André said...
    sois todos unos desesperados jajajaja
  6. Anónimo said...
    Lol, soc Laura per cert.

    Jo tire més de la sangría i el botelló de tota la vida, però en ocasions furtar cubates no està mal xD

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