La selección natural, teoría de la que soy ferviente partidario, seguidor y fan en Facebook, dice entre otras cosas que hay un puñadísimo de especies que han desaparecido de la faz de la tierra debido a su inutilidad para adaptarse al medio. De la misma manera, otras tantas han florecido, que se oiga un Amén por su porvenir. Lo mismo puede aplicarse a los trastos que muchas veces han intentado colarnos como innovadores, prácticos o modernos (eso del color plateado del siglo XXI estaba muy de moda en los 90), pero que incluso pese a nuestra increíble facilidad para ser engañados por frustrados clerks de departamentos comerciales, dejaron de existir y fueron olvidados entre la más profunda de las vergüenzas. Éstos son sólo algunos de ellos:
· Las minicadenas con 3 platos de CD. Llega la noche de Reyes, son todavía las 4 de la mañana y tu pilila no aguanta ya más masturbación para perder el tiempo hasta abrir los regalos. Lees libros que te mandaron en el colegio hace 3 años (¡No sigues bajoca!, L'infern de marta y otros grandes títulos), das vueltas en la cama y por fin llega la ansiada hora en la que te diriges al salón, arramblas con papel y cartón para encontrarte no la Sega Saturn que pediste tan específicamente, sino un enorme cubo de plastiquete plateado que apenas puedes meter en tu habitación y en el que no podrás sino escuchar los discos que te preste tu padre (gran estrategia parental para parecer jóvenes escuchando Supertramp). Si bien dos de los tres platos nunca serán ocupados, la bandeja del plástico más debil del mundo se rompía pasados unos meses.
· Los intentos de hacer a los niños comer fiambre. Como ejemplos paradigmáticos que ya están en vuestra cabeza, hay dos: el chopped de Popeye (como esto pero con Popeye), que siempre me dio un poco de asco; teniendo en cuenta que está hecho de residuos cárnicos, agrupaban distintos tipos de partes del cerdo para hacernos comer la feliz cara de nuestro personaje favorito?. Sobre los lunchables, supongo que creyeron que el éxito de Lego podía impulsar una merienda que acababa siendo 3 o 4 galletitas y un cacho de queso al precio de 2 pastelitos Bony.
· El tipp-ex de cinta. Mientras que sus homólogos en pincel y en lápiz decoraron las mesas, paredes y uñas de toda una generación (y desgraciadamente, siguen haciéndolo), comprar corrector en cinta era un error que cometíamos una y otra vez. ¡Parecía tan moderno, práctico y limpio! Al ver ese bichito de plástico azul transparente lleno de engranajes detrás del mostrador de la papelería, nunca nos íbamos a imaginar el tener que pasarlo 2 o 3 veces para que funcionase, otras tantas para tapar palabras escritas en un tamaño superior al centímetro y muchas más tapando lo guarro que había quedado escribir por encima.
· Juguetes y otros tantos. Son todos los que estan y no estan todos los que son: Karate Fighters, donde movíamos frenéticamente y sin sentido ni estrategia algunos una palanca con forma de cabeza de dragón para que un tipito diera patadas originando ruidos terribles, los patinetes que NO IBAN CARA AL AIRE y que nos dejaron unos gemelos indurainescos, la película de las Spice Girls, los Fistros (bocabits rebautizados) con sus correspondientes chiquitazos, el PC Fútbol, el Camygol (aquél enorme polo de fresa esférico interminable), los Tamagotchis de Digimon, los tazos de metal, LAS MALDITAS CONSOLAS QUE DECIAN TENER 999999 JUEGOS PERO SOLO ESTABA EL TETRIS...
Me ha entrado nostalgia escribiendo este artículo, y es que aunque muchos de nosotros aprendimos lo que era el odio con estas mierdas, otros tantos inventos extinctos merecerían ser conservados, sobre todo teniendo en cuenta las cosas que triunfan hoy en día. Próximamente un repaso a las cosas que echo de menos de los noventa. Un abrazo, muchachos y hombretones que finjáis ser mujeres en internet.

3 Comments:

  1. Anónimo said...
    Les consoles de 9.999 jocs quedaren relegades a un únic ús: agraïr la visita als convidats en bodes, batejos i comunions.
  2. Emilio said...
    y si, lo mismo ocurria en argnetina pero con diferentes nombres y formas... y lo mismo sigue ocurriendo, es el ciclo sin fin de los enganyos. y aunque ya no sean cds con muchas bandejas ni tetris con 9999 juegos, podemos comprarnos mp4 de pesima calidad, y consolas del rollo psp y ds las cuales aburriras en 3 meses.
  3. Roberto Belenguer López said...
    llegue a la conclusion q lo q ellos consideraban 9999 juegos era 9999 modos de dificultad (bueno, yo la conocia con 100 xDD)
    tengo una caja llena de chiquitazos con asqueroso olor a pelotazos de niño gordo que rechupetea el tazo por las pocas moleculas con contenido calorico que pueda tener encima ese trozo de plastico
    el camigol que tenias que ser cocksuker profesional para que te cupiera en la boca entero y no te chorreara x el palo de papel de lija todo askeroso

    respecto a la mortadela de popeye... yo tomaba una con cara de panda la cual me produce una nostalgia epica y daria lo q fuera x volver a consumirla, ya que era mucho mas soft q la askerosa q venden a dia de oi

    pd: la pelicula de la spice girls q iva con un anillo de un milimetro de diametro, tamaño dedo meñike del pie xDD (y q muchas niñatas como mi hermana llevaban siempre -_-) se ve q les sobraron muchos y los volvieron a pintar y los vendieron para el señor de los anillos, dado q tenian el mismo tamaño y calidad de plastico tope malo xD

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